martes, 27 de mayo de 2008

Aazr II

Ocurrió un extraño acontecimiento alrededor de este texto. Yo estaba escribiendo esto en el notepad (no, no tengo una intel 386, pero me gusta a veces hacerlo así), cuando de repente me desconcentré con el timbre y decidí guardarlo. En el notepad, a diferencia de lo que pasa en Word (ya llego, paciencia), cuando uno pone "guardar" no aparece lo primero que uno escribió en el texto como nombre sugerido, sólo dice *.txt, para que uno lo borre y escriba cualquier cosa. Entonces, como hago habitualmente, solo apoyé erráticamente mis manos sobre el teclado de una forma que apenas no llegó a ser violenta, y ahí apareció escrito: "pcaos". Bueno, a mí me pareció bastante bien.

Sí, parece ser que somos bastante malos a la hora de armarnos un arreglo al azar. Y se ha hablado mucho al respecto: cuando se nos pide que dispongamos elementos de manera tal que su orden parezca azaroso (a menos que hayamos estudiado mas profundamente el caso) fracasamos. De ahí surgió el planteo inicial ¿Cómo se puede calcular el "grado de azar" de un orden determinado? Por ejemplo, de estos arreglos de números, a uno ¿cuál le suena más azaroso?:
¿0123456789 o 4717100247 o 9999999999?
Nadie en su sano juicio elegiría otro que el segundo. Es correcto decir que las tres combinaciones tienen exactamente la misma probabilidad de aparecer en una lista infinita de números tomados al azar (en la lotería, si no se usan cábalas de eficacia científicamente comprobada, como tréboles, herraduras o tomates modificados genéticamente, es lo mismo jugarle al 12345 que al 35473). Pero en un contexto humano, en donde sí que no da lo mismo llamarse Leonardo que Aldoonaer, parece razonable desterrar del azar series cuyos elementos sigan patrones por nosotros conocidos.
El problema radica en que solemos descartarlos indiscriminadamente, creyendo que si algo es realmente azaroso, no puede tener elementos repetidos, ni estos estar agrupados siguiendo algún patrón, etc. La verdad es que al azar no le interesa el orden o el desorden, somos nosotros los que tomamos como definición de azar: "algo que está completamente desordenado". Si alguien se encontrara alguna vez con una lámpara de cuyo interior saliera un genio al frotarla (seguramente luego de la despenalización del té de opio remojado en cloroformo) y le pidiera que tomara todos los adornos y el mobiliario de su casa y los dispusiera de cualquier manera, al azar, seguramente esperaría encontrarse con una casa en completo desorden. Puede ser que sea lo más probable, pero solo porque existen muchas más configuraciones “desordenadas” que “ordenadas”. Se me ocurre este ejemplo para aclarar aún más el tema: supóngase que tiene un puñado de arena en la mano y lo deja caer libremente sobre la mesa, ¿Qué es más probable, que la arena adopte una configuración completamente informe o que aparezca sobre la mesa alguna figura conocida (la imagen de un Santo, de la liga de la justicia, un fragmento de una poesía, o lo que sea)?
El problema radica ahí, en relacionar azar con desorden. Es como si uno identificara automáticamente azar con lo opuesto al orden, cuando nadie ha dicho semejante cosa.
Es interesante preguntarse de donde viene esa relación hecha por defecto, intuitivamente, como algo arraigado a nuestros orígenes biológicos.
Por ahora lo dejaré ahí, que es la forma más inconclusa en que podría dejarlo. Pero voy a pedir que después de haber leído estos párrafos vuelva al primero, ahora sabiendo de que trata el texto y experimente mi asombro cuando vi ahí escrito “pcaos”.

jueves, 15 de mayo de 2008

Azar

Sin que nadie vaya a consultar la bibliografía, intuitivamente, es una pregunta simple pero me parece que entraña cosas muy interesantes: dada una colección de eventos, ¿es posible determinar, con cierto margen de error, si están dispuestos al azar?.
Ejemplos:
Dada una colección de libros, ¿Podría Ud. decir si fueron seleccionados azarosamente?
En uno de esos días en lo que ocurren eventos aparentemente inconexos, ¿Será posible decidir cuán azarosos fueron?
Dados los números que han salido en la lotería durante los últimos 100 años, ¿Cómo se podría calcular si han sido seleccionados al azar?
Etc.
No hay restricciones respecto al abordaje que se elija, esto puede ser visto desde múltiples puntos de vista. Es un tema de atrapante discusión y que se puede aplicar a la vida de todos.